Los postres en vasito son de lo mejor, ya que contienen una ración justa para no dejar nada a medio comer y además se pueden decorar de mil formas preciosos, y eso, si te gusta la fotografía culinaria igual que a mi, sabrás que es algo que nos encanta.
¿Y si dentro de esos vasitos hay una riquísima mousse de chocolate blanco aromatizada con cardamomo? ¡Pues dan ganas de ir a por la cucharilla!
Esta delicada mousse es de lo más sencilla de hacer, y no necesitarás de muchos ingredientes. El cardamomo le da un toque de lo más refrescante y combina genial con el chocolate blanco.
¡Vamos a ello!
MOUSSE DE CHOCOLATE BLANCO CON CARDAMOMO:
- Ingredientes: (para 4 vasitos)
- 225g de chocolate blanco
- 6 semillas de cardamomo
- 300ml de nata para montar
- 40ml de leche
- 2 hojas de gelatina
- 60g de azúcar glass
- Elaboración:
- Derretimos el chocolate blanco al baño maría hasta que esté semifundido (aún quedan visibles) y retiramos. No te preocupes, estos trozos se fundirán con el calor que el recipiente guarda y el del propio chocolate. Dejamos templar.
Ponemos en remojo en un plato con agua fría las láminas de gelatina durante 5 minutos.
En un cazo, vertemos la leche y el interior de las semillas de cardamomo y llevamos a ebullición. Apartamos del fuego en cuanto hierva y colamos la leche a un cuenco para deshacernos de las semillas. Escurrimos las hojas de gelatina y las añadimos a la leche aún caliente. Removemos para que se deshagan bien.
Ahora viene un paso importante, que es integrar correctamente la leche en el chocolate blanco fundido.
El chocolate blanco, a diferencia del negro, es más sensible a los cambios de temperatura, soportándolos de peor manera, por eso, añadiremos un chorrito de leche y lo integraremos bien. Vertemos otro chorrito y volvemos a integrar y finalmente agregamos el resto, removiendo hasta que nos quede una mezcla lisa, sin grumos.
Montamos la nata con el azúcar hasta que nos quede bien firme y añadimos a la mezcla de chocolate con movimientos envolventes.
Repartimos nuestra mousse entre los vasitos y dejamos cuajar en la nevera, tapados con film durante un par de horas.
Sácala 5 minutitos antes de consumir para que puedas apreciar mejor el sabor. ¡Mira qué textura!
Es un postre perfecto para cuando vienen invitados a casa, ya que puedes prepararlo con antelación y sacarlo poco antes. ¡Estoy segura que lo repetirás en más de una ocasión!
¿Te animarás a hacerlo? Si es así y tienes alguna duda, déjame tu comentario más abajo y te la resolveré enseguida.
Hasta la próxima receta.
Abrazos
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